Rinko Kawauchi es una fotógrafa japonesa nacida en Shiga en 1972 que actualmente vive y trabaja en Tokio.
Descubre la fotografía mientras estudia en el Seiano College of Art and Design. Una vez graduada en 1993 comienza a trabajar en publicidad durante varios años.
La obra fotográfica de Kawauchi tiene sus raíces en el sintoísmo, religión originaria de Japón basada en la adoración de los kami o espíritus de la naturaleza. De acuerdo con esta religión, todas las cosas de la tierra tienen un espíritu y, por tanto, ningún sujeto es demasiado pequeño o mundano para no ser fotografiado. Kawauchi percibe la vida como una serie de dualidades. Considera que la naturaleza efímera de estas dualidades es lo que determina nuestra frágil existencia.
Su obra es autobiográfica vinculada a los rituales y tradiciones de su pueblo. Le gusta fotografiar su entorno doméstico, su comunidad local y familiar. La expresión plástica de esta visión tan subjetiva de la realidad se ve reflejada en la neblina o velo blanquecino que cae sobre sus imágenes.
Sus fotografías plasman los momentos cotidianos de la vida. Sus imágenes bellas y poéticas nos llevan hacia el amor por las pequeñas cosas y al silencio. Construye poesía con palabras e imágenes. De hecho, sus fotografías se han descrito como haikus visuales.
Su enfoque de la realidad es minimalista y en muchas ocasiones se acerca a los objetos para poder explorar todos aquellos pequeños detalles que para el resto pasan desapercibidos. La visión conceptual y parcial de la realidad siempre está presente en su obra.
La artista ha comentado en alguna entrevista que le han hecho que le preocupan las consecuencias que tienen en nosotros mismos las noticias siniestras que se difunden por todo el mundo. Kawauchi considera que nos distraen de lo que pasa en nuestro día a día, de las cosas habituales, de nuestros pequeños dramas, que no son tan importantes, pero que en absoluto dejan de ser relevantes. Ella no quiere olvidar hoy lo que hoy se suele olvidar.
Trabaja en formato 6×6 y dispara principalmente con una cámara Rolleiflex.
Desde que era una niña le encanta el formato libro más que ningún otro. Irrumpe en la escena internacional en 2001 con la publicación simultánea de tres libros: Utatane, con fragmentos del día a día, Hanabi, que trata sobre las fiestas populares de Japón, y Hanako, un estudio íntimo de una joven con este nombre. En el año siguiente recibe el prestigioso premio 27ª Kimura para sus libros Utatane y Hanabi.
Otros libros publicados son: Blue (2003), Aila (2004), The eyes, the ears (2005), Cui Cui (2005), Rinko Diary I y II (2006), Semear (2007), Majun (2007), Murmuration (2010), Illuminance (2011), Light and Shadow (2012), Seeing Shadow (2012), Approaching Whiteness (2012), Ametsuchi (2013), Sheets(2013), Gift y Kirakira (2014).
En 2012 le conceden la beca Honorary Fellowship de la Royal Photographic Society y ha realizado exposiciones individuales y colectivas en todo el mundo.
Para finalizar, recomendamos consultar algunos de sus libros en la Biblioteca de Fotografía del IEFC, donde se puede encontrar una muestra de sus trabajos.
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